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Estes en un foro dedicado a Benjamin Rojas y a Camila Bordonaba
 
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 Siempre Negro...

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Kamila Rosario

Kamila Rosario


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MensajeTema: Siempre Negro...   Siempre Negro... Icon_minitimeMiér Nov 19, 2014 7:26 am

Holas...aqui le dejo un nuevo remake...



SIPNOSIS...



Cuando Camila se mudó con su novio a Nueva York, pensó que vivirían felices para siempre en su pequeño apartamento de Nueva York. Nunca pensó que él empacaría sus maletas y se iría porque "necesita espacio". Con su recién descubierta soltería y el miedo a estar sola, Camila se entierra a sí misma en sus obras de arte y pinturas hasta que una noche, ayuda a un misterioso desconocido ebrio a llegar a casa a salvo. Poco sabía ella que el misterioso desconocido no es otro que el Funcionario Ejecutivo y millonario Benjamin Rojas. Después de encontrar a Camila en su cocina a la mañana siguiente y asumir que ella rompió su regla #1 de pasar la noche en su casa, él queda intrigado, no sólo por su obstinación y rebeldía, sino por su bondad.
Benjamin rojas, emocionalmente muerto y dañado, derivado de una tragedia personal, hizo una promesa de nunca amar o enamorarse de una mujer, hasta que Camila Bordonaba entra en su vida por casualidad. Después de que ella se abre y le muestra su mundo, Benja comienza a sentir emociones y sentimientos que nunca supo que existían. A pesar de los rumores y advertencias en cuanto a Benjamin y su uso y abuso hacia las mujeres, Camila se encuentra a sí misma siendo atraída a su mundo.
Camila sabe que ellos no pueden estar juntos porque guarda un profundo secreto que podría destruir a Connor emocionalmente para siempre.
Acompaña a Benjamin y Camila mientras se embarcan en un viaje de coraje, amor y fuerza. ¿Será suficiente para salvarlos?
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Kamila Rosario

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MensajeTema: Re: Siempre Negro...   Siempre Negro... Icon_minitimeLun Nov 24, 2014 3:28 am

Hola aqui le dejo el primer capitulo de este remake, buen comienzo de semana...


CAPITULO 1...

Me quedé de pie en la puerta del dormitorio mientras Gustavo hacía sus maletas. —Sólo necesito un poco de espacio —dijo mientras lanzaba sus ropas desordenadamente en su gran mochila
Nike.
—¿Esto tiene algo que ver con esa zorra que conociste en Zoe la otra
noche?
—Cami, vamos, te dije que no pasó nada. Le rodé los ojos. —Me dijiste un montón de cosas, Gustavo. Lanzó las últimas prendas en su mochila Nike y se giró para mirarme. —Ambos sabíamos que nos dirigíamos a esto, las cosas han estado inestables desde hace un tiempo, y tú sabes por qué.
—Inestable para ti porque estás en busca de algo que no existe. Dejó escapar un profundo suspiro. —Lo siento, Cami, simplemente no
puedo seguir con esto.
Lo seguí hasta el pequeño espacio que llamamos sala mientras dejaba caer su mochila en el suelo. Metió la mano en su bolsillo y arrojó algo de dinero sobre la mesa. —Esto es para el siguiente par de meses, así puedes pagar la renta. —Me besó en la frente y se dirigió a la puerta.
Me crucé de brazos y lo miré fijamente. —No quiero tu dinero: Quiero
que te quedes. Por favor, Gustavo. No te des por vencido con nosotros.
Ahora era la persona más patética del mundo, rogándole a mi estúpido novio que se quedara. No porque pensaba que estaba enamorada de él, sino porque tenía miedo de estar sola, y estar sola era algo muy familiar para mí.
Tomó su mochila del suelo y se la echó al hombro. —Cuídate, Cami. —
Y justo así, se fue. Me quedé de pie en medio de la sala y miré hacia la puerta cerrada mientras las lágrimas escapaban de mis ojos.







Gustavo y yo hemos estado juntos desde segundo año de universidad. Ambos estudiábamos en la Universidad Estatal de Michigan y nos conocimos en una fiesta de fraternidad cuando él era un Delta Sigma Phi. Gustavo era un chico apuesto con su 1.80 de estatura y de complexión media. No era exactamente muy atractivo, pero era lindo. Siempre tenía su cabello negro azabache perfectamente peinado, y sus oscuros ojos cafés me recordaban a una de mis cosas favoritas en el mundo, el chocolate. Gustavo era la persona cuya presencia iluminaba la habitación. Su encanto y el romance es lo que me hizo perder la cabeza. Estudiaba Contabilidad mientras yo estudiaba Arte. No pasó mucho tiempo después de nos graduamos cuando su primo le consiguió un trabajo en una gran empresa de contabilidad donde trabajaba. Así es como terminamos mudándonos de Michigan a Nueva York. Kyle trabajaba a tiempo completo como contador y ganó una gran cantidad decente de dinero, así que fui capaz de tomar un trabajo de tiempo parcial en una compañía disquera y terminar de pintar los cuadros que le prometí a la galería de arte.
Rentamos un apartamento de un dormitorio que era pequeño, pero fue nuestro hogar durante el año pasado y nos hizo feliz, por lo menos yo pensé que así era. Me levanté con mis ojos llorosos y me senté en el sofá, acurrucada en un ovillo y lloré hasta quedarme dormida.
No había estado durmiendo mucho tiempo cuando un golpe en la puerta me sorprendió. Me senté y miré alrededor, mis ojos hinchados y rojos.
—Cami, ¿estás ahí? —Escuché decir a una voz familiar mientras ella llamaba a la puerta. Me levanté del sofá y di traspiés para abrir la puerta. Luna siempre parecía saber cuándo la necesitaba más. Levantó sus manos en el aire.
—Cami, ya es hora, pensé que iba a tener que derribar la puerta. —
Puso sus brazos a mí alrededor y me abrazó con fuerza. Le hice señas para que entrara mientras se abría camino y puso una gran bolsa café en la mesa.
—Vengo con comida de novio imbécil. —Sonrió mientras buscaba en la bolsa. Sacó las cajas de comida china y las puso sobre la mesa—. Tenemos ternera Mongolia, wrap de lechuga, arroz con pollo frito, sopa Wonton y helado de chocolate para el postre.
Su sonrisa fue de oreja a oreja, pero rápidamente cayó mientras dejé caer mi cabeza y me acurrucaba de nuevo en mi sofá. Luna suspiró profundamente cuando se acercó y se sentó junto a mí.
—Gustavo me envió un mensaje y me dijo que se iba. Quería que viniera
a revisarte y asegurarme de que estuvieras bien.





Levanté la cabeza de mis brazos. ¿Quién demonios se creía mandando a mi mejor amiga para ver si estaba bien? Pensé mientras la rabia quemaba dentro de mí.
—Dijo que se fue por diferencias irreconciliables. —¿Qué, acaso estamos casados? —gruñí. Luna me dio una sonrisa simpática y fue a la cocina a tomar platos y cubiertos para la comida en la mesa. No podía dejar de pensar en Gustavo y en cómo sólo se marchó. Nunca nos habíamos alejado por más de un par de días, y ahora estaríamos separados para siempre y yo estaría sola de nuevo. Sé por qué decidió irse, y por esa razón lo odiaba. Le di cada oportunidad para que me dijera la verdad, pero ni siquiera pudo mirarme a los ojos y hacerlo. Era un cobarde, y yo no tenía espacio para los cobardes. Aunque me sentía mal de mi estómago, me levanté y me dirigí a la mesa mientras Luna ponía algo de comida en mi plato.
—Escucha, Cami,Gustavo es un idiota y lamento que perdiste los últimos cuatro años de tu vida con él. Necesitas enfocarte en otra cosa. Tienes que terminar tus pinturas y ponerlas en la galería para que la gente pueda descubrir quién es verdaderamente Camila Bordonaba —dijo, agitando su tenedor. Sonreí levemente porque sabía que tenía razón; Si había una manera de escapar del dolor y de la soledad, era mediante mis pinturas. Se acercó y puso su brazo a mí alrededor y me dio un apretón—. No te preocupes, estaré aquí para ti.
Conocí a Peyton en la galería de arte el día que me detuve a hablar con el dueño sobre mostrar mis pinturas. En el momento en que ella dijo: “Tal vez yo puedo ayudarte” congeniamos y hemos sido mejores amigas desde entonces. Una cosa sobre Luna es su personalidad, es mucho más grande que su 1.57 de estatura y su talla 0. Siempre luce perfecta con su largo cabello castaño liso y maquillaje perfectamente colocado que realza sus brillantes ojos azules. No creo que la haya visto alguna vez vestida con pantalones de chándal, para ella todo es acerca de la moda con faldas y lindas blusas ceñidas. No hay déficit de hombres cuando Luna está cerca. Siempre están coqueteándole, pero ella aún busca al hombre perfecto para darle su corazón.
No tenía ganas de comer, pero sabía que tenía que apaciguar a
Luna o no me dejaría en paz.
—¿Quieres que me quede contigo esta noche? Dejé el tenedor en mi plato. —Nop, sólo quiero estar sola. Creo que
iré a tomar un baño.
Me levanté de la mesa y me dirigí al baño. Abrí el grifo del agua y vertí una tapita de producto para un baño de burbujas en la corriente.


Retorcí mi largo cabello rubio y lo sujeté con un broche para evitar que se mojara. Entré en la bañera llena de burbujas y me deslicé hasta que mi cabeza estuvo descansando en la almohada de baño detrás de mí. Me quedé ahí, cerré mis ojos y traté de pensar en un plan, pero estaba desconsolada y necesitaba la cantidad adecuada de tiempo para revolcarme en la autocompasión antes de seguir adelante con mi vida como una mujer soltera.
Para el momento en que salí de la bañera,Luna había limpiado todo. Me había dejado un mensaje de texto diciendo: “Cami, descansa un poco y llámame si necesitas algo. Te llamaré mañana, te quiero.”
Sonreí porque ella era la única familia que me quedaba. Mi madre murió de cáncer cuando yo tenía seis años y mi padre murió justo antes de mi décimo octavo cumpleaños. Tenía una tía y un tío en Michigan, pero no había visto u oído de ellos desde que mi padre murió. Siempre consideré a los padres de Gustavo como mi familia, pero ahora que habíamos roto, sería más que extraño hablar con ellos.
Me aseguré de que la puerta estuviera cerrada con llave. Apagué las luces y me acurruqué en la cama, enterrando mi cabeza bajo las sábanas para escapar de la realidad de mi vida, al menos por esta noche.
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Kamila Rosario

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MensajeTema: Re: Siempre Negro...   Siempre Negro... Icon_minitimeSáb Nov 29, 2014 2:52 am

Hola aqui le dejo el segundo capitulo...



CAPITULO 2...

Los siguientes días no hice nada más que quedarme en mis pijamas y concentrarme en terminar mis pinturas. Llamé al trabajo y les dije que tenía gripe. Me dijeron que me tome el resto de la semana libre, lo cual era algo con lo que no tenía problemas. Estaba asustada de no poder costearlo, pero necesitaba terminar mis pinturas y llevarlas a la galería de arte. No habría sido buena compañía para nadie, de todos modos.
Hice mi tercera taza de café del día y revisé mi teléfono para ver si tenía algún mensaje. Gustavo no había hecho ningún intento de ponerse en contacto conmigo desde que se fue. ¿Cómo una persona sólo olvida a alguien después de estar con ella por cuatro años? Un incendio se agitó en mi sangre con sólo pensarlo. La forma en la que veía las cosas tenía dos opciones; podía sentarme en mi pequeño departamento y dejar que mi vida se extinga, o podía tragarme lo que pasó y salir al mundo y vivir. Opté por salir y vivir. No estaba lista para morir aún; habían muchas cosas que quería hacer.
Frenéticamente limpié mi apartamento, el cual tenía sin limpiar mucho tiempo, y estaba avergonzada de que lo dejé así. Tomé una bolsa de basura y comencé a lanzar todo lo que me recordaba a Gustavo. Estaba determinada a librar este apartamento de cualquier rastro de él. Para el momento en que había terminado, mi pequeño hogar estaba prácticamente desnudo. Los estantes del librero que albergaban fotografías de mí y Gustavo ahora estaban vacíos recordándome el vacío que sentía en mi corazón.
Finalmente me duché y me quedé frente al espejo del baño, levanté la mano y limpié el vapor de agua que se formó sobre él. Me miré por primera vez en días. Mis ojos de color Marron, los que Gustavo solía decirme que le recordaban el chocolate se veían cansados con bolsas que se formaban debajo de ellos. Pasé un cepillo sobre mi cabello Rubio y largo, y luego puse espuma a través de él, para que se secara en ondas. Me maquillé un poco para tratar de ocultar el hecho de que he estado deprimida y encerrada en mi apartamento por una semana. Me puse mis vaqueros







favoritos y me sorprendí de que me quedaban holgados en lugares en los que nunca lo habían estado antes. Mi metro setenta y talla cuatro parecían haber disminuido un poco desde la ruptura. Fui a través de mi armario por mi blusa rosa favorita. Una vez que estaba lista, tomé una respiración profunda y llamé un taxi. Era hora de salir al mundo y comenzar mi vida de nuevo.
Nacho estacionó su taxi amarillo junto a la acera de mi apartamento cuando salía. Viéndome luchando con tres pinturas que estaba cargando, salió del taxi para ayudarme.
—Hola Cami, déjame ayudarte. —Hola Manny, gracias —le sonreí. Nacho era mi taxista favorito, y lo conozco desde que me mudé a Nueva York. Cuando llamo a un taxi, siempre pido a Nacho, algunas veces está disponible y otras veces no lo está. Mide un metro con setenta y siete y tiene una estructura musculosa. Siempre lleva su cabello negro en una cola de caballo, y sus ojos de color marrón siempre brillan cuando le pregunto sobre sus hijos. Él era un hombre de familia y una de las mejores personas que he conocido. Su taxi fue el que nos recogió a Gustavo y a mí la primera vez que llegamos a Nueva York. Me senté adelante con él para que mis pinturas pudieran estar cómodamente en la parte trasera.
—¿Cómo está el Sr. Gustavo,Cami? —Gustavo se mudó hace una semana Nacho —suspiré. La expresión en
su cara era de compasión.
—Lo siento mucho Cami, ¿estás bien? —Lo miré, y una sonrisa suave
vino a mis labios.
—Estoy bien. Era un desastre la semana pasada, pero ahora me estoy adaptando. —¿Realmente lo estaba haciendo? ¿O sólo era una buena actriz?
Se estacionó al lado de la galería de arte y me ayudó a sacar mis
pinturas del taxi. Le pagué la tarifa y le agradecí su ayuda.
—Si necesitas algo, llámame Cami y lo digo en serio —me señaló
mientras entraba en su taxi y lentamente se alejaba.
Luna me vio desde la ventana de la galería y vino a ayudarme a traer las pinturas. Llamó al propietario, Sal, y le dijo que yo había llegado. Él vino de su oficina y me besó en ambas mejillas.
—Ah, déjame ver lo que tienes allí Camila —dijo mientras tomaba las
pinturas una por una y las recostaba contra la pared.





Fui contratada para presentar tres pinturas a su galería como una prueba. Una de las pinturas era un romanticismo de un hombre y una mujer bailando bajo la luz de la luna rodeada de nubes. La segunda pintura era de un jardín con una fuente rodeada de flores hermosas. La última pintura era de una niña sentada en un campo de flores con un vestido blanco mientras tres ángeles la miraban desde el cielo. Las tres pinturas hablaban de algo sobre mí.
—Guau, Cami, estos son preciosos. Estoy seguro de que no tendré
ningún problema vendiéndolos —sonrió Sal.
Me sentí un poco avergonzada porque esta era la primera vez que iba a mostrar mi trabajo al mundo. Me guió hasta una pequeña pared que estaba vacía.
—Aquí es donde tus pinturas serán expuestas. Te llamaré tan pronto como una de ellas se venda. —Le agradecí y tan pronto como se alejó, Luna comenzó a saltar batiendo palmas.
—Salgamos y celebremos esta noche —chilló. Salir era la última cosa en mi cabeza. No estaba lista para hacer de chica soltera, saliendo de noche, pero Luna era persistente, y sabía que no tenía oportunidad contra ella. Así que, acepté con inseguridad.
Salí de la galería y comencé a caminar por la calle. Busqué a través de mi bolso grande para encontrar mi teléfono que sonaba. Lo tomé y miré el número familiar que encontró su camino hacia mi teléfono un poco demasiado tarde. Presioné ignorar y decidí caminar las seis cuadras a casa. No pasó mucho tiempo antes de que una alerta de un nuevo correo de voz se iluminara en mi teléfono. Para el momento que llegué a casa, estaba agotada. Lancé mis llaves y bolso en la mesa junto a la puerta y escuché el mensaje que permanecía fastidiosamente en la pantalla.
—Hola Camila, es el Dr. Santiago llamando. Noté que has cancelado las últimas dos citas desde nuestra última visita. Quiero asegurarme de que todavía vas a venir a verme. Es vital que hablemos sobre esto. Puedo ayudarte Cami. Por favor llama a mi oficina para hacer una cita lo antes posible. —Rodé mis ojos y negué con la cabeza mientras presionaba el botón de borrar.
Entré en la habitación y decidí acortarme por un rato mientras las seis cuadras hacían efecto en mí. Sólo había dormido cerca de una hora cuando me desperté con el sonido de mi teléfono
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lafriso@hotmail.com




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MensajeTema: Re: Siempre Negro...   Siempre Negro... Icon_minitimeDom Ene 25, 2015 12:41 pm

la novela esta relinda espero los capitulos
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MensajeTema: Re: Siempre Negro...   Siempre Negro... Icon_minitime

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